CUSCUS CON APIO

Hoy te dejo esta deliciosa adaptación de un exótico plato de origen bereber elaborado con sémola de trigo. Estoy hablando, por supuesto, del famoso cuscús.

El cúscus era el plato más popular en el llamado Al-Andalús, el gran territorio de la Península Ibérica habitado por mulsumanes allá por la Edad Media. 

Sin embargo, la conquista de los Reyes Católicos hizo que los musulmanes fueran empujados hacia el sur y con ellos su riqueza culinaria. Como consecuencia de ello, el cuscús se extinguió en la gastronomía española.

Sin embargo, hoy en día es muy fácil de encontrarlo en gran diversidad de recetas, incluso en ensaladas nutritivas.

Algunas de ellas no se asemejan en absoluto a su elaboración tradicional, la cual, por cierto, puede llegar a ser exquisita si das con un buen restaurante árabe... ¡Yo he dado con él! 

Y esto mismo le ocurre a la receta motivo de esta entrada. Está muy rica y también muy lejos de la tradicional.

SÉMOLA DE TRIGO

La sémola de trigo equivale a un 70% de hidratos de carbono y una pequeña cantidad de proteínas.

INGREDIENTES

1 taza grande de sémola de trigo integral, (cuscús integral)

Medio bote de garbanzos ya cocidos

2 ramas de apio

1 cebolla

4 dátiles

1 patata mediana

4 dientes de ajo

Una cucharada de ajo en polvo

Las ramas de apio limpias de hilos y cortadas al gusto, los dátiles y la patata cortada, se introducen en una vaporera como la de la foto

 

La patata se corta chascándola, es decir, se corta y se hace palanca con el cuchillo con el fin de que suelte el almidón. 

Mientras que las verduras se hacen al vapor, se corta la cebolla en tiras o en cuadrados. 

Se coloca en una sartén con un poco de aceite a fuego alto. Se remueve y se añade un chorro de sirope de ágave para caramelizarla. Se vuelve a remover de vez en cuando. Cuando ya esté dorada y blandita se aparta del fuego.

Después, se cortan los ajos muy chiquititos. Se colocan en otra sartén con un poco de aceite. Se añade el cuscús y se revuelve. A continuación se añade un poco más de aceite por encima y se sigue revolviendo para que se suelte y no quede apelmazado. Cuando esté un poco doradito se aparta del fuego y se reserva.

Se apaga el fuego de las verduras al vapor cuando ya estén blanditas. Se saca la mariposa con las verduras.

El agua de su cocción se utiliza para añadir al cuscús en la misma proporción, en este caso, una taza grande. Este agua está lleno de nutrientes procedentes de las verduras.

Se remueve el cuscús hasta que el agua se consuma. 

Se añaden las verduras y la cebolla carameliza.

Se revuelve todo. 

Se añade el ajo en polvo y se revuelve de nuevo.

Se aparta del fuego y se deja reposar un poco.

Se presenta y listo para comer. 

Como comprobarás no he añadido sal. Así resulta más saludable. Para mi gusto no la necesita. Te lo dejo a tu elección.

Espero te guste tanto como a mi, esta receta de cuscús con apio.

Bon apetit!