Rememorando momentos, ahora recuerdo como la rúcula entró en mi vida. Tengo ansiedad por contarte acerca de mi hoja preferida. !Allá voy!
A veces, cuando me comía una pizza, detectaba un sabor muy especial que resaltaba en mi paladar. Me resultaba tan distinto y tan exquisito que comencé a indagar acerca de ese sabor algo picante que tanto me gustaba. Como el que busca, halla, por fin, encontré su procedencia. Eran esas hojitas verdes que parecían colocadas en la pizza por una razón meramente decorativa.
Así fue como la rúcula se instaló en mi vida y se hizo un hueco muy importante en mis predilecciones culinarias.
Que lejos queda aquella época de mi infancia en el que la única hoja añadir a la ensalada era la sempiterna lechuga.
Sin embargo y desgraciadamente, aún hoy en día, encuentras algún establecimiento que te ofrece una ensalada de lechuga y de tomate de aspecto tan triste como las de mi infancia.
Afortunadamente para nosotros, los tiempos han cambiado y actualmente existe una gran variedad de hojas verdes mucho más nutritivas que la lechuga propia de mi infancia.
Los dueños de esos establecimientos le tendrían que poner un poquito más de alma y corazón a sus elaboraciones si desean que su negocio perdure.
Variar de hojas verdes es importante. A mayor variación, mayor aporte nutritivo. Sin embargo, reconozco mi adicción al sabor tan especial de la rúcula. Por eso, cuando elaboro una ensalada nutritiva, la rúcula siempre está presente. Finalmente, opto por mezclarla con otras hojas, por ejemplo, con las hojas de espinacas para conseguir el aporte nutritivo de ambas dos.
Ojalá todas las adicciones fueran tan saludables como la mía a la rúcula que solo me reporta beneficios saludables.
La rúcula es una planta silvestre mediterránea de la misma familia que la mostaza y el berro todas ellas con un sabor muy especial.
Crece de forma espontánea en muchas regiones de la Península Ibérica. La puedes ver en Cataluña, en Aragón, Valencia y Murcia, incluso en los alrededores de Madrid. ¿Te has dado cuenta de ello? Sinceramente, yo tampoco... Te prometo que ahora me fijaré más y si la encuentro asilvestrada colgaré una foto en mi morada.
A veces, el ser humano desplaza alimentos exquisitos por otros que no lo son tanto. Este es el caso de la rúcula. Antaño su consumo era habitual en zonas rurales. Sin embargo, un día, de repente y así sin más, se dejó de utilizar.
Afortunadamente para todos, la rúcula ha sido recuperada. Probablemente, ese sabor suyo tan particular ha hecho posible su resurección culinaria e, incluso, es muy requerida en la alta cocina.
A veces, cuando me comía una pizza, detectaba un sabor muy especial que resaltaba en mi paladar. Me resultaba tan distinto y tan exquisito que comencé a indagar acerca de ese sabor algo picante que tanto me gustaba. Como el que busca, halla, por fin, encontré su procedencia. Eran esas hojitas verdes que parecían colocadas en la pizza por una razón meramente decorativa.
Así fue como la rúcula se instaló en mi vida y se hizo un hueco muy importante en mis predilecciones culinarias.
Sin embargo y desgraciadamente, aún hoy en día, encuentras algún establecimiento que te ofrece una ensalada de lechuga y de tomate de aspecto tan triste como las de mi infancia.
Afortunadamente para nosotros, los tiempos han cambiado y actualmente existe una gran variedad de hojas verdes mucho más nutritivas que la lechuga propia de mi infancia.
Los dueños de esos establecimientos le tendrían que poner un poquito más de alma y corazón a sus elaboraciones si desean que su negocio perdure.
Variar de hojas verdes es importante. A mayor variación, mayor aporte nutritivo. Sin embargo, reconozco mi adicción al sabor tan especial de la rúcula. Por eso, cuando elaboro una ensalada nutritiva, la rúcula siempre está presente. Finalmente, opto por mezclarla con otras hojas, por ejemplo, con las hojas de espinacas para conseguir el aporte nutritivo de ambas dos.
Ojalá todas las adicciones fueran tan saludables como la mía a la rúcula que solo me reporta beneficios saludables.
ACERCA DE LA RÚCULA
La rúcula es una planta silvestre mediterránea de la misma familia que la mostaza y el berro todas ellas con un sabor muy especial.
Crece de forma espontánea en muchas regiones de la Península Ibérica. La puedes ver en Cataluña, en Aragón, Valencia y Murcia, incluso en los alrededores de Madrid. ¿Te has dado cuenta de ello? Sinceramente, yo tampoco... Te prometo que ahora me fijaré más y si la encuentro asilvestrada colgaré una foto en mi morada.
Afortunadamente para todos, la rúcula ha sido recuperada. Probablemente, ese sabor suyo tan particular ha hecho posible su resurección culinaria e, incluso, es muy requerida en la alta cocina.
BENEFICIOS PARA LA SALUD
Su contribución en macronutrientes, (hidratos de carbono, proteínas y lípidos) es muy escasa, incluso nula.
La importancia de la rúcula en lo que a la salud se refiere se centra en su interesante aportación de micronutrientes, a saber, vitaminas y minerales.
Su aporte de hierro es considerable y gracias a su vitamina C dicho hierro es fácilmente absorbido por el cuerpo humano. Así que, si padeces de anemia, inclúyela lo antes posible en tu dieta y consúmela a menudo.
Es muy abundante en calcio y en potasio. Es este potasio el que le otorga su efecto diurético ya que ayuda a la evacuación de líquidos retenidos.
Gran aportación también de vitamina A que nos evitará problemas oculares y contribuirá, también, a que presentemos una piel saludable.
Ya sabes un poco más acerca de esta fábulosa planta, la rúcula.
Hasta pronto y sé feliz
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